Cuddle Sutra - Para Abrazar Más y Mejor
Todas las emociones pasan por un abrazo. Por eso es que lo usamos tanto para dar la bienvenida, como para despedirnos; para felicitar, como para compadecernos de dolor ajeno; a un hijo, como también a un amante. Sin abrazos, no hay comunicación que valga, porque ellos representan el lenguaje que todos hablan: el lenguaje del amor.El Cuddle Sutra es la versión de los abrazos del Kama Sutra. Este último se concentraba en todo lo referente a las posiciones de actividad íntima, mientras que este último nos detalla una serie de abrazos con los cuales podremos acercarnos al ser amado, tanto sea para terminar en una relación íntima, como para simplemente fusionar nuestras almas en un encuentro que no requiere palabras dichas, sino hechos demostrables.
Pero como ya te puedes imaginar, nuestro trabajo consiste en investigar las características de las cosas, para luego asignarlas a los signos, y así sacar el mejor provecho posible de cada situación. En el caso del Cuddle Sutra, hemos indagado en las necesidades de Piscis, para así asignarle el abrazo que le hará ver las estrellas. Te lo presentamos:
El Abrazo Mezcla de Leche y Agua
Este abrazo puede llegar a resultar cotidiano, pero si lo vamos a hacer tal como nos lo recomienda este sabio libro, tendremos que poner mucho énfasis en dos elementos infaltables: el amor y la intensidad.En primer lugar, este abrazo está especialmente recomendado para parejas que se aman de una forma que bien podríamos llamar "violenta". Es para traspasar este amor al cuerpo del otro, que utilizamos esta forma de abrazar.
Como segundo elemento, no podemos dejar que este encuentro carezca de fuerza e intensidad. Cada músculo, cada tendón y articulación de nuestro cuerpo deberá estar comprometido en la transmisión de nuestra energía al cuerpo de la otra persona.
La forma de llevar a cabo este abrazo es a través de la fuerza. La pareja debe colocarse frente a frente, los pechos quedar, de este modo, enfrentados, para luego abrazarse e intentar fusionarnos con el otro. Es necesaria la presencia de la intención de "meterse" en el cuerpo del otro. Sólo así podremos acercarnos a la idea de hacer que nuestros sentimientos, nuestra pasión, nuestra devoción, entre en el ser amado.
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